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¿Por qué franquiciar?

¿Se ha preguntado alguna vez por qué franquiciar su empresa? 

Podemos afirmar que existen decenas de razones por las que un empresario puede decidir franquiciar su negocio.

Algunas de ellas son particulares de organización y otras inherentes a cada modelo de negocio en concreto.

No obstante, las razones principales para franquiciar una empresa podemos resumirlas en cinco.

Son los motivos que suscitan de forma generalizada el interés de las empresas por crecer. Y de hacerlo mediante el establecimiento y el desarrollo de este exitoso modelo de negocio que es la franquicia.

5 razones para franquiciar

franquiciar mi negocio

La franquicia es una fórmula de éxito empresarial

Si una empresa puede operar como franquicia, podemos estar seguros de que:

  • Se trata de una compañía rentable y saneada
  • Realiza y desarrolla una actividad lo suficientemente contrastada.
  • Dispone de un posicionamiento óptimo en el entorno en el que interviene.

El gran número de beneficios que implica franquiciar nos permite extrapolar las experiencias adquiridas con nuestro negocio a nuevos mercados similares.

Esto es algo que todo empresario puede intuir. Se traslada nuestro saber hacer y con él una forma propia de operar en el mercado.

En este caso, franquiciar será sin duda la mejor opción. La decisión de desarrollarse bajo el modelo de franquicia puede ser adoptada al no existir barreras que impidan el desarrollo en franquicia.

Dadas sus ventajas, no será difícil decidirnos por la franquicia como método de crecimiento.

Lo realmente complicado será conseguir que nuestra empresa cumpla los estándares y requisitos necesarios para que franquiciar resulte posible.

Y es que un proyecto de franquicia se inicia en el mismo momento en que la empresa inicia su andadura.

Franquiciar minimiza los costes de expansión

Este es el aspecto donde el modelo de franquicia puede resultar más ventajoso y apetecible para las empresas. Explica en sí mismo  por qué franquiciar un negocio.

La franquicia facilita desarrollarse con unos costes de expansión sensiblemente inferiores a los que corresponderían a un desarrollo a través de la apertura de unidades propias.

Este hecho proporciona a la franquicia su mayor aliciente.

Esto no significa que franquiciar una empresa y expandirse con esta fórmula no suponga coste alguno.

Franquiciar tiene sus exigencias a nivel económico y organizativo, pero sensiblemente inferiores a los de cualquier otro modelo de expansión.

Entre los requisitos encontramos:

  • La empresa deberá haber planificado de forma correcta sus estrategias de lanzamiento, expansión y relación contractual.
  • Debe haber dotado de una estructura organizativa adecuada para asistir convenientemente a los futuros franquiciados.
  • Necesita disponer un modelo de negocio consolidado, atractivo, contrastado, rentable y documentado.

Son muchas las compañías que pretenden franquiciar sin acometer con anterioridad inversiones siempre imprescindibles. Esto será claramente un error.

Pero… ¿qué acciones debemos realizar para franquiciar?

Antes de franquiciar nuestro negocio debemos realizar una serie de acciones. Estas son las más importantes:

  • Definición del concepto de negocio en aspectos relativos a:
    • la oferta.
    • aprovisionamiento.
    • producción.
    • gestión.
    • comercialización.
    • administración.
    • promoción, etc.
  • Establecimiento de sistemas de comunicación y control.
  • Diseño de la imagen corporativa.
  • Adquisición de derechos de propiedad industrial:
    • nombre comercial.
    • marcas.
    • patentes.
    • procedimientos de fabricación, etc.
  • Elaboración de proyectos de adecuación, equipamiento y decoración de los puntos de venta.
  • Localización de emplazamientos para la apertura. Puesta en marcha de unidades piloto y los posteriores gastos de explotación de las mismas.
  • Análisis de mercados para la asignación de zonas de exclusividad.
  • Planificación temporal y geográfica del desarrollo.
  • Análisis de la viabilidad de una posible expansión en franquicia.
  • Concreción de las estrategias de franquicia y de las directrices de la relación contractual.
  • Identificación de experiencias en manuales de negocio.
  • Redacción de dossieres de negocio y contratos de franquicia.
  • Dotación de una estructura adecuada para el desarrollo y la asistencia de la cadena. Aportación de recursos humanos y tecnológicos.
  • Planificación de campañas de comunicación para la captación de franquiciados.

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Ofrece amplitud y rapidez de crecimiento

Las limitaciones financieras del empresario provocarán un crecimiento lento en el caso de decidirse por expandirse con la apertura de puntos de venta propios, en vez de la opción de franquiciar su empresa.

La posibilidad de repercutir en el franquiciado el coste de las aperturas es muy positivo para la cadena.

Tendrá como consecuencia la cobertura del territorio objetivo en un espacio de tiempo menor.

Esta es una de las motivaciones principales de las empresas y que responden a la pregunta de por qué franquiciar un negocio.

En cualquier caso, el empresario franquiciador ha de ser consciente del riesgo que supone un crecimiento rápido por encima de sus posibilidades.

Especialmente si no lo adecúa a las estructuras creadas por la central de franquicias. La labor de expansión de la cadena debe estar sostenida por una planificación responsable.

Con los ojos puestos en la transmisión de experiencias sustanciales y con la asistencia y apoyo continuo, será como mejor garantizaremos el éxito de cadena.

Esto, como es lógico, requiere de una estructura y recursos dimensionados a las necesidades.

La franquicia, con un desarrollo adecuado y continuado, favorecerá el posicionamiento de la empresa en su ámbito de actividad.

Por un lado, por su anticipación ante posibles competidores en aquellos mercados en los que estos últimos no tengan presencia. Por otro, por el sentido de red y de liderazgo que probablemente consigamos transmitir a nuestro mercado.

Potencia nuestra influencia en el entorno empresarial

La decisión de franquiciar nuestra empresa tendrá una influencia importante ante los diferentes agentes relacionados con nuestra actividad. Hablamos de:

  • Proveedores
  • Clientes
  • Competidores

Debemos tener claro los motivos para franquiciar nuestra empresa, ya que también les afectará a ellos.

  • Proveedores y Central de Compras

Uno de los elementos más característicos de la franquicia es la centralización de compras.

En este caso corresponde al franquiciador la negociación de las condiciones de compra de los productos que serán utilizados o comercializados por los franquiciados.

Es importante tener en cuenta que los proveedores deberán conocer en lo posible las características del proyecto.

Esto se debe a que en los inicios el volumen de transacciones será bajo al corresponder a las compras de las unidades propias y/o pilotos.

Así pues, es previsible el crecimiento de créditos comerciales que conlleva el crecimiento en franquicia. Dichos proveedores deben estar informados.

Por otra parte, una gran cantidad de empresas franquiciadas comercializan productos no fabricados por la empresa franquiciadora.

Esto las constituye como verdaderas cadenas de distribución de los proveedores o fabricantes en cuestión. Así, dependerá de los franquiciados la correcta comercialización de los productos.

En muchos casos será la marca del fabricante la que dependerá de la correcta gestión del franquiciado. De ahí también el interés de los proveedores por conocer las peculiaridades del proyecto que se pretende acometer.

  • Clientes

Hay que tener en cuenta que franquiciar una empresa supondrá la coexistencia de dos canales de distribución distintos:

  1. Nuestra red de distribuidores
  2. Una red de establecimientos franquiciados.

Esto puede representar problemas para la empresa ya que esta tendrá que competir con sus propios clientes donde antes no lo hacía.

Además, en zonas en las que ya se estuviese distribuyendo en el momento de implementar una unidad franquiciada, la central disminuirá sus opciones de control en materia de exclusividad de oferta, precios de venta, etc.

  • Competidores

Los efectos sobre nuestros competidores si nos decidimos a franquiciar nuestra empresa pueden ser importantes.

Especialmente en aquellas actividades en las que la franquicia sea una novedad. Ello provocará que las empresas de la competencia vean la necesidad de reaccionar frente a esta innovación en el mercado.

Normalmente buscarán introducirse también en la franquicia o se organizarán en otras formas de asociacionismo que les permitan competir con nuestra cadena.

Tanto en un caso como en otro pretenderán conseguir la adhesión de franquiciados o profesionales. ¿Como? Ofreciendo precios de venta más reducidos u obligaciones de retribución sensiblemente inferiores a las planteadas por nuestra empresa.

Facilita una mayor rentabilización del crecimiento

La franquicia supone para el empresario un número mayor de posibilidades de rentabilización de la expansión y el crecimiento de la marca. Esto es así por dos razones:

  1. La expansión provocara un aumento previsible de las ventas y de la imagen de marca. Además posibilita a la empresa que franquicia la labor de ejercer como central de compras obteniendo mayores réditos.
  2. La empresa que desea franquiciar basará su crecimiento en una asistencia permanente. Esto llevará su correspondiente una contraprestación económica por parte de los franquiciados de la cadena. Este es otro motivo esencial que explica por qué franquiciar una empresa.

Las contraprestaciones de que hablamos adquieren diferentes formas:

  • Derechos de entrada,
  • Royalties de explotación,
  • Cánones de publicidad, etc.

Todos ellos son conceptos que sufragarán y rentabilizarán el esfuerzo de la empresa franquiciadora en franquiciar.

Estas no se encuentran  en otras formas de asociacionismo, y mucho menos en crecimiento a través de puntos de venta propios.

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